Opiniones literarias

Foto tomada del blog de Zoé Valdés

Estoy en una casa esperando a una amiga, hay dos libros encima de la mesa: “La Nada Cotidiana” y “El Dolor del Dólar”, ambos de Zoé Valdés. No he leído el segundo, así que lo agarro y me pongo a hojearlo al azar, me pregunto de quién serán para pedirlos prestados…la gente entra y sale, pero nadie parece ser el propietario. En un momento determinado un extranjero entra, mira con espanto la bibliografía y exclama: ¡Pero quién lee ese horror!

Lo miro sorprendida y sólo se me ocurre preguntar tímidamente: ¿Por qué? Supongo que me hablará de literatura, que no le gusta Zoé, para gusto los colores ¿no? Hasta imagino una interesante conversación literaria, pretendo confesarle que no he leído “El dolor del dólar” pero que “La Nada Cotidiana” me gustó mucho…sin embargo mi imaginación, por muy fecunda que sea, siempre es superada por la realidad. Me mira y sé, por su expresión, que piensa que no sé quién es la autora, así que me dedica cinco minutos de su tiempo para explicármelo:

- Esa escritora es de lo peor de la “campaña internacional anticubana” etc., etc., etc., muy activa (y asqueado agrega) ha tenido mucho éxito en Francia.

Me quedo lela, esperaba el golpe por cualquier otro flanco, por un segundo dudo, quizás estoy delirando, quizás Randy Alonso se disfrace de turista los mediodías antes de ir para la Mesa Redonda. Pero soy perseverante, ya elaboro una respuesta aunque me deprime un poco tener estas discusiones con los ciudadanos libres europeos, espero que le ponga una coma a su discurso sólo para decir:

- Creo que la posición de Zoé Valdés es contra el gobierno cubano y no contra el pueblo cubano, que no es lo mismo.

Pero me quedo con la frase en la punta de lengua, termina su sermón, me da la espalda y se retira. Ha dado por sentado tantas cosas que no cree necesario esperar a ver mi reacción: está convencido de que no tengo nada que decir, de que no he leído a Zoé Valdez (los libros bien podrían haber sido míos), de que desconozco el concepto de “campaña anticubana”, de que no leo, de que no soy capaz de opinar ni de política, ni de sociedad, ni de literatura.