domingo, 2 de enero de 2011

Buscando el aire de Cuba

Texto: Boris González Arenas

Malecon
Foto: Leandro Feal
Ved, ved cómo desde el suelo
alza magnífica el vuelo
buscando el aire de Cuba.
“A una palma” Luis R. Nogueras

Con la libertad no se juega. Pensamos toda la vida en el peligro de perderla, de que una vez perdida sea imposible rescatarla. Tantas ideologías vienen en auxilio de las censuras ¡Es tan fácil forrar el crimen con el sentimiento de necesidad!

Pero la libertad es como la palma y hasta los tiranos sin aire se asfixian.

Mi país es un tema de máximo interés. De un lado estamos nosotros, para quienes el interés va de la mano de la urgencia y de otro los extranjeros, que por la razón que sea, padecen con nosotros.

Los análisis sobre Cuba se han precipitado en los últimos años, desde que la dirigencia de Raúl Castro centrara retóricamente lo que hace mucho es corriente en las estrategias vitales del cubano: el cambio.

Entre esos análisis recientes he conocido uno escrito por Guillermo Almeyra. “Cuba: un documento peligroso y contradictorio” es su título y según dice el mismo documento, es la tercera parte de una reflexión sobre el “Proyecto de lineamientos de la política económica y social”, que recientemente ha hecho circular el estado cubano sin que muchos sepamos si es para informar o para confundir. Pero eso ya lo dice el señor Almeyra cuando lo califica de contradictorio.

Sobre la calificación de “peligroso”, el señor Almeyra dedica su artículo a describir porqué lo considera tal. Extremadamente crítico y respetable, el artículo señala la incomprensible comprobación de que cambios estructurales de gran importancia sean hechos por el estado al margen de la sociedad y del partido comunista, delegándoles a los que deberían ser fuente del análisis social, el pobre papel de receptores. El autor utiliza la teoría leninista para recordarnos que el estado responde a intereses de clase a los que debe excesos al margen de la sociedad a la que administra. La sociedad administrada debería estar provista, entonces, de efectivos mecanismos de control que empantanen las exuberancias que le son propios al estado.

Señala también el autor la desvergonzada actitud de tomar distancia de las políticas sociales que tendían a atenuar los desniveles ciudadanos, como si estas fueran errores del pasado. Actitud que ha contribuido a profundizar la desesperanza y la frustración.

Los privilegios infamantes de militares, las gorduras soeces de burócratas, la prepotencia de un Raúl esquizoide y campechano, nada de ello escapa, aunque con otras palabras igualmente duras, a la crítica de Almeyra.

Ahora, cuando una caterva de gobernantes seniles tiene que enfrentar las consecuencias de su autoextinción, es cuando aparecen como imprescindibles medidas extenuantes para una ciudadanía famélica, sin reconocer, sin siquiera esbozar una severa critica hacia sí mismos, aquellos que han dirigido de forma autocrática y cruel la sociedad que padece.

Eso dice Almeyra, con las palabras que sean y con las referencias teóricas que sean y por ello merece todo mi respeto.

Mis discrepancias son en puntos nada principales, pero que quiero sin embargo dejar constancia de ellos.

En su escrito el autor desconoce que en Cuba no se realizan congresos partidistas hace más de diez años, que en ellos la unanimidad fue la norma y que con ellos tejió Fidel el abrigo de muchas traiciones.

Hay cierta intención de encontrar novedosos los procedimientos autoritarios cubanos, o al menos su agravamiento, señala Almeyra que en el documento circulado la palabra trabajador no se menciona. No me parece que al cubano corriente le esté afectando de modo particular esta omisión, ya sea porque tiene cosas mucho más graves en qué pensar o, y es lo que creo, porque la palabra trabajador hace muchas décadas dejó de tener cualquier significación para una ciudadanía acostumbrada a sobrevivir al margen de trabajos mal pagados y desestimulantes.

Hay otros puntos en los que disiento de Almeyra, ya más al margen de mi convergencia con su profunda crítica y que demuestran que el debate ideológico no es una confrontación de fatuidades. Se refiere, al principio de su artículo, a “los enemigos del proceso revolucionario”, tono excesivamente confrontador, que además pretende sostener el viejo antagonismo entre revolucionarios y contrarrevolucionarios, en un país donde lo más urgente es la vida frente a la irresponsabilidad criminal del castrismo. Las alarmantes tasas de decrecimiento demográfico, el deterioro de la dignidad ciudadana, la disposición a la emigración y la falta de compromiso, serán el legado más auténtico de Fidel Castro, principal amenaza para una Cuba cuya extinción nada tiene de simbólica.

Cuando afirma más tarde que en el Mariel terminó de irse la burguesía cubana… en realidad aquí no tengo palabras. Llamar burguesía cubana a las decenas de miles de cubanos que salían desesperados de una década enloquecedora y hambrienta (pues no encuentro muchas más palabras para los setenta en Cuba), acompañados de activistas políticos que fueron convidados a trocar cárceles desesperantes por el exilio, presidiarios comunes que recibieron pases para que aprovecharan y se fueran junto con enfermos psiquiátricos, gays, cubanos y cubanas alternativos, llamar a eso “la burguesía cubana”, hoy que sabemos que ya en esa misma época la élite del castrismo y su ejército disfrutaban de privilegios insospechados es, simplemente y a mi juicio, una irresponsabilidad injustificable.

Magnífica sin embargo esta entrega de Almeyra. Sin todas las izquierdas dispuestas a producir intelectualmente en una Cuba de inminente advenimiento democrático, donde las palmas de la libertad ya alcanzan algo más que el retoño, el terreno podría quedar libre para las acechanzas de perversiones futuras.

Boris González Arenas
20 de diciembre de 2010

Nota: Este artículo es el primero de un ensayo en tres partes en los que Boris polemiza, a partir de tres publicaciones que hurgan el tema cubano, sobre la situación real de la política en la isla.

14 comentarios:

  1. En algo no estoy de acuerdo, llamar la decada de los 70 de hambre. Si eso era hambre, como se llama entonces los ultimos 20 años?

    ResponderEliminar
  2. en realidad pueden omitir la palabra trabajador,pues en Cuba el unico que trabaja es el viejito senil Fidel escribiendo sus mamottetricas reflexiones

    ResponderEliminar
  3. Los chilenos adoramos las comparaciones. El señor Almeyra, con quien polemiza Boris, está más perdido que una gaviota en Bolivia.

    Almeyra sigue sujeto a la vieja antítesis del capitalismo demoníaco y del socialismo redentor. No tiene ni una pizca de objetividad, ni siquiera para apoyar sus tesis en algo que se parezca a la realidad. Es cierto que formula en su serie de tres artículos críticas bien fuertes (que no son ninguna novedad tampoco, pero para él no se trata de hacer volver la vida económica y social de Cuba a la realidad del siglo 21, sino de volver a hacer otro intento (¡¡¡aún otro más!!! ) por retomar la vía "al socialismo".

    El filósofo autodidacta alemán Joseph Dietzgen, amigo de Marx, decía que la filosofía "es el camino de los caminos que no llegan a ninguna parte". Al socialismo le pasa lo mismo. No lleva a ninguna parte, la sociedad se limita a girar en torno a dogmas que terminan destruyéndola.

    Ni Almeyra, ni Raúl Castro, ni el "socialismo del siglo 21" tienen solución a este embrollo que se llama socialismo. Hoy, Cuba no tiene más opciones que capitalismo o muerte.

    Pelluco

    ResponderEliminar
  4. Pura demagogia, paralelismos entre Estado y Partido Politico y otras tonterias, vaaaaaa, si son los mismos ineficientes. "Reflexiones" de socialista utopicos para llamar la atencion sobre los Proyectos de Lineamiento de Politica Economica y Social que hace circular el Estado Cubano y que la mayaria de los seres racionales no les prestan atencion, porque son mas de lo mismo, mentiras sin fundamentos cientificos aunque quieran mencionar a los mas versados en el tema ya fallecidos en el Siglo Pasado y sin resultados objetivos.

    ResponderEliminar
  5. Muy bueno que todos opinen como el socialismo saldra adelante. El problema es que el socialismo solo tiene una direccion, hacia atras. todas las reflecciones y teorias son pura paja.. si del socialismo se trata, digan cuando y donde a funcionado. Ranulfo Ramirez.

    ResponderEliminar
  6. Sorprendente que existan personas tan ciegas como el tal Almeyra o que escriban sobre algo de lo que no conocen ni la p, asi que para este ciudadano mexicano es una novedad, que el estado le pase un documento al partido con lo que tiene que aprobar en su proximo congreso,,,,jua jua jua , pero te desayunas ahora que en Cuba el partido es una recua de focas aplaudidoras, asi como la llamada asamblea popular lo que seria el congreo en otro pais, donde nunca ha existido ni una votacion en cotra sobre nada, no hay disidencia en ningun organo de la sociedad cubana y ahora este señor se siente preocupado por esa nimiedad, que ya el gobierno empiece en enero a implantar lo que se supone que el partido va a aprovar en el futuro jua jua jua esta totalmente perdido, que anormal y este es profesor de una universidad mexicana.... por eso los mexican no avanzan

    ResponderEliminar
  7. Ranulfo el socialismo solo funciona acompañado de coca-cola te lo digo yo, aqui en Suecia hay todo eso que el asmatico del che, el bola de churre y el "chino" tomador de whikey han querido implantar a lo "seco" en Suecia existe el "socialismo con coca-cola" y funciona.

    ResponderEliminar
  8. Todos los proyectos llamados Socialista que se ha gestado en el Mundo se han venido abajo;Cuba no va a ser la excepción.El nivel alto de compromiso y de control son los que han retardado la caída.
    Las utopías Socialista no han sido otra cosas que regímenes dictatoriales,donde,los que llegan al poder esgrimen el criterio que Ellos son los llamados apaldines de la honradez,bla,bla,bla,bla...y han resultado tods mas corruptos que los anteriores que Ellos criticaba tanto;Cuba no es la excepción.Ahora más que nunca estoy convencido de que vamos a ser testigos de una estrepitosa caída.Solo pido que Raul y Fidel,Ramiro y demás dirigentes sean juzgados por sus desmanes.Ah!!,que sean juicios sumarios,de un dia para otro y que se les a plique la pena que le corresponda(la máxima,me imagino).

    ResponderEliminar
  9. Si los marxistas del mundo actual, sobretodo latinoamericanos, fueran un poco honestos reconocerían que en Cuba no ha mandado ni la clase obrera, ni ninguna otra, ni siquiera las "bases" del Partido Comunista. El enfoque del "analista" mexicano me parece menos que mediocre, incluso desde la torpe sociología marxista al decir que la "burguesía" se terminó en el Mariel. Este señor identifica la burguesía con individuos que hubieran poseído algún "medio de producción" antes de 1959, todavían quedan algunos ex-propietarios en Cuba y eso no los hace "burgueses".

    ResponderEliminar
  10. Por "El Mariel" no se fueron ningunos burgueses. Los que nos fuimos lo hicimos porque pensábamos que aquello era malo para nosotros. Nos habían metido tres años trabajando gratuita y forzadamente en la agricultura, al salir fuimos de nuevo para la agricultura de braceros. Algunos estudiamos bajo estas duras condiciones, para que, en momentos en que nuestras vidas estaban más o menos en orden, nos exigieran ir a las guerras de Africa, o nos quitaban cualquier conquista laboral que hubiésemos hecho. También serían castigados nuestros hijos, al negárseles educación mas allá de la primaria, por no ser hijos de familias revolucionarias. Ante una situación como aquella, quedó atrás el "miedo a significarse" y hubo hásta quienes se declararon homosexuales para que se les permitiera la salida del país -táctica ésta que funcionó al principio del proceso.

    ResponderEliminar
  11. Viva la revolucion y Fidel.

    52 y seguimos adelante.

    ResponderEliminar
  12. La verdad es que no me gustó el artíulo del tal Almeyda. Quizá yo esté prejuiciado y todo lo que escribe un comunista confeso e históricamente confundido, a priori, ya me parece fatal
    En realidad, después de la historia vivida en las últimas décadas, me resisto a aceptar que existan fieles de esa fracasada doctrina que aún consideren viable ese proyecto.
    El capitalismo tiene muchos defectos, eso no es un secreto, y considero que si no resulta capaz de resolver los fundamentales está en serio riesgo de colapsar, pero al menos, en esa hoguera crepitante existen posibilidades y un mínimo de libertades.
    El socialismo con modificaciones o sin ellas no tine otra opción que desaparecer dejando un triste recuerdo en la historia de la humanidad
    Pericles

    ResponderEliminar
  13. "Seguimos adelante"...............hacia el precipicio. Anónimo: nterpreta mejor a tu "presidente" Raúl Castro que dijo ö cambianos o nos hundimos", en un tiempo tendrá que seguir cambiando hacia el libre mercado y la democracia.

    ResponderEliminar
  14. Alguien escribio en otro site "tiempo al tiempo". No conoce el tango de Gardel "20 años no es nada", ni 52 tampoco. La tragedia de Cuba compuesta por FCR era muy joven cuando se auto-nombro comandante en jefe( ahora comandante en feces) vitalicio, y los que no estabamos de acuerdo nos fuimos del pais, y los que viven esclavos de la mijallas que les tiran: Que pasa en Cuba? Que pasa con el cubano? Hasta cuando?

    ResponderEliminar