El pueblo vs una patrulla

El Ciro y unos amigos se fueron a acampar a Varadero. Estuvieron allí un fin de semana y regresaron en una Yutón interprovincial de Astro. Sólo 27 pesos cubanos y la guagua los dejaba en la terminal de ómnibus en Boyeros, La Habana.

Por Tarará una patrulla con dos policías, un hombre y una mujer, los detuvieron. Le pidieron al chofer los papeles alegando exceso de velocidad y lo mandaron a bajar del autobús. Los pasajeros con mala cara se quedaron esperando dentro, miraban desde la ventanilla cómo el conductor protestaba y se quejaba por algo.

Alguien dio la voz de alarma: ¡Se lo llevan! Ahí mismo se bajó todo el personal, el tipo ya estaba metido dentro del Lada. Se lanzaron sobre él y lo sacaron delante de las narices de los policías, que no se esperaban una turba playera con deseos de llegar rápido a la casa el domingo. Hicieron lo más razonable: huir. El pobre chofer estaba emocionado, contó la historia en detalle: los diálogos, las amenazas, el arresto.

La gente se sintió conmovida, casi todos habían sufrido algún tipo de acoso por parte de la PNR. Decidieron recoger firmas (nombre completo y número de carnet de identidad) todo el mundo firmó, se tiraron fotos y se lo entregaron todo a la víctima rescatada para que hiciera una denuncia.

Llegaron un poco más tarde de lo previsto, pero todos estaban orgullosos, seguro que el chofer podrá decir que fue el mejor viaje de su vida.