Un documental del Ciro Díaz y Claudio Fuentes
Música: Eric Sánchez
Descargar el documental
miércoles, 30 de septiembre de 2009
lunes, 28 de septiembre de 2009
Del baúl de los recuerdos
Foto: Claudio Fuentes Madan
En estos días he conversado con algunos periodistas que me dicen que la gente habla de nuevo del período especial. Por suerte a mí no me tocado aun escuchar esos comentarios escalofriantes, pero sí he recordado algunos detalles de lo que para mí era, en mi mente de niña de seis años, el apocalipsis.
La primera vez que escuché esas dos palabras estaba en la primaria esperando por las galleticas y el refresco del recreo, cuando una amiga me anunció con desesperación que “nunca más tendríamos merienda”. Con cara de tragedia -yo era una gorda por aquella época y la noticia me cayó fatal- solté un “¿Por qué?” típico de mi edad; y la respuesta, típica también, no me dijo demasiado: “estamos en período especial”.
Por unos meses “período especial” fue para mí el ayuno entre el desayuno y el almuerzo. Con el tiempo generalicé un poco el concepto: no tener zapatos, no tener qué comer, ver mi casa destruirse y a mi madre y a mi padre desesperados, esto último era lo más extraño de todo. Por aquellos años ambos eran militares y nunca los escuché hacer comentario “diversionista”. Aguantaron estoicamente y lo único que no lograron esconderme fue el rumor de la llamada “opción cero”.
Pasó el tiempo y llegó el año 94, más confuso aun. La explicación familiar para el evento de ver 10 balsas pasar todos los días por delante de mi casa fue típica: unos contrarrevolucionarios. El video de los disturbios en el Malecón lo vi con once años en casa de mis tíos, mientras todos daban sus opiniones- todos eran del partido- yo me decía que había algo en esas calles de lo que no estaban hablando. No sé por qué me dejaron verlo, supongo que no imaginaron que yo pudiera leer entre líneas.
Por esa época se legalizó el dólar pero pasaron dos años para que yo pudiese ver uno entrar a mi hogar. En la primaria quedé relegada a una nueva clase pues para mí no había terminado el “período especial”. Los niños compraban helados en una tienda en divisas al costado de la escuela y algunos padres vendían chucherías en la puerta. Un día llegué a mi casa y le dije a mi madre:
- Mami, dame dinero para comprarme un helado en el receso.
- No tengo dinero.
- No seas mentirosa, trabajas desde las 8 de la mañana hasta las siete de la noche. Tú sí tienes dinero, lo que no me lo quieres dar.
Según mi madre no tuvo respuesta inmediata, aunque después preparó un pequeño discurso en el que adaptó la noción de “salario en moneda nacional”, por aquellos tiempos el dólar estaba a 120. Unos días después me cuenta que le dije:
- Mami, ya sé que tienes que hacer para que ganes dinero: tienes que ponerte a vender dulces en la puerta de la escuela.
Cuando la gente me pregunta si quiero tener hijos, este es el tipo de diálogo madre-hijo que me viene a la cabeza y que, sin dudas, me quiero evitar.
Nota: Aldo, de Los Aldeanos, ya ha sido liberado. Lo amenazaron pero al final le devolvieron su computadora y salió sin cargos.
En estos días he conversado con algunos periodistas que me dicen que la gente habla de nuevo del período especial. Por suerte a mí no me tocado aun escuchar esos comentarios escalofriantes, pero sí he recordado algunos detalles de lo que para mí era, en mi mente de niña de seis años, el apocalipsis.
La primera vez que escuché esas dos palabras estaba en la primaria esperando por las galleticas y el refresco del recreo, cuando una amiga me anunció con desesperación que “nunca más tendríamos merienda”. Con cara de tragedia -yo era una gorda por aquella época y la noticia me cayó fatal- solté un “¿Por qué?” típico de mi edad; y la respuesta, típica también, no me dijo demasiado: “estamos en período especial”.
Por unos meses “período especial” fue para mí el ayuno entre el desayuno y el almuerzo. Con el tiempo generalicé un poco el concepto: no tener zapatos, no tener qué comer, ver mi casa destruirse y a mi madre y a mi padre desesperados, esto último era lo más extraño de todo. Por aquellos años ambos eran militares y nunca los escuché hacer comentario “diversionista”. Aguantaron estoicamente y lo único que no lograron esconderme fue el rumor de la llamada “opción cero”.
Pasó el tiempo y llegó el año 94, más confuso aun. La explicación familiar para el evento de ver 10 balsas pasar todos los días por delante de mi casa fue típica: unos contrarrevolucionarios. El video de los disturbios en el Malecón lo vi con once años en casa de mis tíos, mientras todos daban sus opiniones- todos eran del partido- yo me decía que había algo en esas calles de lo que no estaban hablando. No sé por qué me dejaron verlo, supongo que no imaginaron que yo pudiera leer entre líneas.
Por esa época se legalizó el dólar pero pasaron dos años para que yo pudiese ver uno entrar a mi hogar. En la primaria quedé relegada a una nueva clase pues para mí no había terminado el “período especial”. Los niños compraban helados en una tienda en divisas al costado de la escuela y algunos padres vendían chucherías en la puerta. Un día llegué a mi casa y le dije a mi madre:
- Mami, dame dinero para comprarme un helado en el receso.
- No tengo dinero.
- No seas mentirosa, trabajas desde las 8 de la mañana hasta las siete de la noche. Tú sí tienes dinero, lo que no me lo quieres dar.
Según mi madre no tuvo respuesta inmediata, aunque después preparó un pequeño discurso en el que adaptó la noción de “salario en moneda nacional”, por aquellos tiempos el dólar estaba a 120. Unos días después me cuenta que le dije:
- Mami, ya sé que tienes que hacer para que ganes dinero: tienes que ponerte a vender dulces en la puerta de la escuela.
Cuando la gente me pregunta si quiero tener hijos, este es el tipo de diálogo madre-hijo que me viene a la cabeza y que, sin dudas, me quiero evitar.
Nota: Aldo, de Los Aldeanos, ya ha sido liberado. Lo amenazaron pero al final le devolvieron su computadora y salió sin cargos.
sábado, 26 de septiembre de 2009
El ciudadano independiente
Foto: Omni-Zona Franca, Luis Eligio.
Unas lágrimas negras debajo de los ojos y una camisa, negra también, con dos letreros impresos: por delante “No hay paz sin libertad” y por detrás “Bloqueo de adentro – Bloqueo de afuera. ¿Hasta cuándo?”
Llegó solo a la plaza el domingo y por segundos fue uno más. “Fui a ver mi concierto”, me dijo un poco azorado cuando le pregunté por qué no me había llamado. Como el performance forma parte de su vida diaria desde hace más de diez años, de nuevo decidió llevar el arte encima.
Interactuar con el público es uno de los principales objetivos del arte conductual, así que a priori el perfomance fue un éxito. Lamentablemente La Seguridad del Estado, siempre tan egocéntrica, decidió que el público serían sólo ellos.
Lo metieron a empujones dentro de una patrulla, con la inevitable lesión en el cuello por el salvajismo. Varias estaciones de policía, siempre por la puerta de atrás – la de los que no han cometido delitos pero entran igual. Varias sesiones de interrogatorio con preguntas absurdas que no conocen de posiciones moderadas: la PNR está al pie de batalla, en alerta ROJA ante el enemigo invisible que potencialmente es cada ciudadano que habita esta isla.
Luis Eligio tuvo el valor de llegar a la plaza con el cartel que todos llevamos dentro impreso en su ropa. Tuvo el valor de asumir su decisión libre y sólo con su conciencia. Tuvo además la inmensa fuerza de asumirse como ciudadano único e independiente, responsable de sus ideas y de su obra. Sin embargo, también tuvo la tremenda suerte de no sentir la fuerza bruta de los cuerpos represivos descargar toda su furia sobre su piel y eso es algo que, ciertamente, yo abogo por evitar. Por favor Eligio, la próxima vez llámanos, por lo menos para creernos que si somos más podemos protegerte.
Unas lágrimas negras debajo de los ojos y una camisa, negra también, con dos letreros impresos: por delante “No hay paz sin libertad” y por detrás “Bloqueo de adentro – Bloqueo de afuera. ¿Hasta cuándo?”
Llegó solo a la plaza el domingo y por segundos fue uno más. “Fui a ver mi concierto”, me dijo un poco azorado cuando le pregunté por qué no me había llamado. Como el performance forma parte de su vida diaria desde hace más de diez años, de nuevo decidió llevar el arte encima.
Interactuar con el público es uno de los principales objetivos del arte conductual, así que a priori el perfomance fue un éxito. Lamentablemente La Seguridad del Estado, siempre tan egocéntrica, decidió que el público serían sólo ellos.
Lo metieron a empujones dentro de una patrulla, con la inevitable lesión en el cuello por el salvajismo. Varias estaciones de policía, siempre por la puerta de atrás – la de los que no han cometido delitos pero entran igual. Varias sesiones de interrogatorio con preguntas absurdas que no conocen de posiciones moderadas: la PNR está al pie de batalla, en alerta ROJA ante el enemigo invisible que potencialmente es cada ciudadano que habita esta isla.
Luis Eligio tuvo el valor de llegar a la plaza con el cartel que todos llevamos dentro impreso en su ropa. Tuvo el valor de asumir su decisión libre y sólo con su conciencia. Tuvo además la inmensa fuerza de asumirse como ciudadano único e independiente, responsable de sus ideas y de su obra. Sin embargo, también tuvo la tremenda suerte de no sentir la fuerza bruta de los cuerpos represivos descargar toda su furia sobre su piel y eso es algo que, ciertamente, yo abogo por evitar. Por favor Eligio, la próxima vez llámanos, por lo menos para creernos que si somos más podemos protegerte.
miércoles, 23 de septiembre de 2009
Pésele a quien le pese: EsKoria y Porno Para Ricardo en concierto
Parece que este año Porno Para Ricardo ha roto su record de conciertos, eso pasa cuando las autoridades asumen que tu no existes públicamente: de pronto ya no eres, o lo que es lo mismo, eres libre. Y así llegó Porno Para Ricardo a un rincón fuera de La Habana.
Cuando terminaron de tocar las dos bandas le dije a los organizadores: Ya quisiera La Habana por un solo día, tener un público y un espacio como el que ustedes tienen. Claro que es un oasis en el medio del infierno, pones un pie fuera del sitio y te lleva la policía.
Aquí les dejo las fotos y un video del concierto. Ojalá lo pudiese colgar todo, he pasado mucho trabajo con la selección:
lunes, 21 de septiembre de 2009
Llegó el día del concierto
El cielo se nubló como a las 4 de la tarde, era lo único que faltaba para que yo me sintiera perfecta. Creo que Juanes hizo su concierto por la paz y por la libertad, al menos todos los que estábamos por voluntad propia lo sentimos así (ya sabemos que hay quienes trabajaron esta tarde de sol a sol y no se sintieron libres).
Me gustó escuchar en la Plaza palabras como “cambio”, “el futuro es de ustedes los jóvenes”, “Cuba libre”, “exilio”, “la familia cubana unida”. Al igual que abajo, allá arriba en el podio unos fueron más libres que otros. Como la libertad a veces es una opción personal, allá los que la dejaron pasar.
Después del concierto un amigo me decía que de todas maneras muchos no pudieron participar: algunos fueron presionados, otros censurados, otros no pueden entrar a Cuba y demasiados sufren en las prisiones. Es cierto, pero también lo es que una golondrina no hace primavera, y no podemos pedirle a Juanes el milagro de los panes y los peces, ya bastante logró con teñir por unas horas “El ojo de Saurón” de blanco.
domingo, 20 de septiembre de 2009
El derecho a decir “NO”*
*Manifiesto del Congreso por la Libertad de la Cultura, Berlín, 1950
Tomado de “Anatomía de un mito y otros ensayos” de Arthur Koestler
1. Sostenemos que es por sí mismo evidente que la libertad intelectual es uno de los derechos inalienables del hombre.
2. Esa libertad se define ante todo por el derecho del hombre a sostener y a expresar sus propias opiniones, y en especial las opiniones que difieren de las sus gobernantes. Privado del derecho de decir “NO”, el hombre se convierte en esclavo.
3. La libertad y la paz son inseparables. En cualquier país, bajo cualquier régimen, la inmensa mayoría de la gente común teme la guerra y se opone a ella. El peligro de guerra se vuelve agudo cuando el gobierno, al suprimir las instituciones representativas democráticas, niega a la mayoría el derecho de imponer su voluntad de paz.
Sólo puede mantenerse la paz si cada gobierno se somete al control e inspección de sus actos por parte del pueblo a quien gobierna, y acuerda someter todas las cuestiones que involucran inmediatamente peligro de guerra, a una autoridad internacional representativa, cuya decisión habrá de acatar.
4. Sostenemos que la principal razón de la actual inseguridad mundial es la política de los gobiernos que, mientras hablan a favor de la paz, se niegan a aceptar ese doble control. La experiencia histórica prueba que es posible preparar y librar guerras bajo cualquier consigna, incluso la de la paz. Las campañas por la paz no respaldadas por actos que garanticen su mantenimiento son como moneda falsa puesta en circulación con propósitos deshonestos. La cordura intelectual y la seguridad física pueden retornar al mundo solo si se abandonan esas prácticas.
5. La libertad se basa en la tolerancia hacia las opiniones divergentes. El principio de tolerancia no permite lógicamente la práctica de la intolerancia.
6. Ninguna filosofía política ni ninguna teoría económica pueden pretender tener derecho exclusivo a representar a la libertad en abstracto. Sostenemos que hay que juzgar el valor de esas teorías por la medida de libertad concreta que acuerdan en la práctica al individuo.
Sostenemos asi mismo que ninguna raza, nación, clase o religión puede pretender tener derecho exclusivo a representar la idea de libertad, ni derecho a denegar libertad a otros grupos o credos en nombre de ningún ideal fundamental o de ningún elevado objetivo. Sostenemos que hay que juzgar la contribución histórica de toda sociedad por la medida y calidad de libertad de que sus miembros gozan efectivamente.
7. En épocas de emergencia, se imponen restricciones a la libertad del individuo en nombre del interés real o supuesto de la comunidad. Sostenemos que es esencial que estas restricciones se reduzcan a un mínimo de acciones claramente especificadas; que se las considere recursos provisionales y limitados, con carácter de sacrificios; y que las medidas que restringen la libertad estén sujetas a amplia crítica y a control democrático. Sólo de ese modo podremos tener una razonable seguridad de que las medidas de emergencia que restringen la libertad individual no denegarán en una tiranía permanente.
8. En los Estados totalitarios, las restricciones a la libertad no se proponen, ni son consideradas públicamente, como sacrificios impuestos al pueblo, sino que, al contrario, se las representa como triunfos del progreso y realizaciones de una civilización superior. Sostenemos que tanto la teoría como la práctica de esos regímenes contraría los derechos básicos del individuo y las aspiraciones fundamentales de la humanidad en conjunto.
9. Sostenemos que el peligro de esos regímenes es tanto mas grande cuanto que sus medios de imponerse sobrepasan con mucho los de todas las tiranías anteriores conocidas en la historia de la humanidad. Del ciudadano del Estado totalitario se espera – y se lo obliga a ello- no solo que se abstenga de delinquir, sino que conforme todos sus pensamientos y acciones a un molde indicado de antemano. Se persigue y condena a los ciudadanos sobre la base de acusaciones tan poco especificadas y genéticas como “enemigos del pueblo” y “elementos socialmente indignos de confianza”.
10. Sostenemos que no puede haber un mundo estable en tanto la humanidad permanezca dividida, con respecto a la libertad, en “poseedores” y “desposeídos”. La defensa de las libertades existentes, la reconquista de las libertades perdidas (y la creación de nuevas libertades) son parte de la misma lucha.
11. Sostenemos que la teoría y la práctica del Estado totalitario son la amenaza más grande que el hombre ha debido enfrentar en el transcurso de la historia civilizada.
12. Sostenemos que la indiferencia o la neutralidad ante tal amenaza equivale a una traición a la humanidad y a la abdicación de la mente libre. Nuestra respuesta a esa amenaza puede decidir la suerte del hombre durante generaciones.
13. (La defensa de la libertad intelectual impone hoy una obligación positiva: ofrecer nuestras respuestas constructivas a los problemas de nuestro tiempo).
14. Dirigimos este manifiesto a todos los hombres que estén decididos a recuperar las libertades que han perdido, y a mantener (y extender) aquellas de que gozan.
Tomado de “Anatomía de un mito y otros ensayos” de Arthur Koestler
1. Sostenemos que es por sí mismo evidente que la libertad intelectual es uno de los derechos inalienables del hombre.
2. Esa libertad se define ante todo por el derecho del hombre a sostener y a expresar sus propias opiniones, y en especial las opiniones que difieren de las sus gobernantes. Privado del derecho de decir “NO”, el hombre se convierte en esclavo.
3. La libertad y la paz son inseparables. En cualquier país, bajo cualquier régimen, la inmensa mayoría de la gente común teme la guerra y se opone a ella. El peligro de guerra se vuelve agudo cuando el gobierno, al suprimir las instituciones representativas democráticas, niega a la mayoría el derecho de imponer su voluntad de paz.
Sólo puede mantenerse la paz si cada gobierno se somete al control e inspección de sus actos por parte del pueblo a quien gobierna, y acuerda someter todas las cuestiones que involucran inmediatamente peligro de guerra, a una autoridad internacional representativa, cuya decisión habrá de acatar.
4. Sostenemos que la principal razón de la actual inseguridad mundial es la política de los gobiernos que, mientras hablan a favor de la paz, se niegan a aceptar ese doble control. La experiencia histórica prueba que es posible preparar y librar guerras bajo cualquier consigna, incluso la de la paz. Las campañas por la paz no respaldadas por actos que garanticen su mantenimiento son como moneda falsa puesta en circulación con propósitos deshonestos. La cordura intelectual y la seguridad física pueden retornar al mundo solo si se abandonan esas prácticas.
5. La libertad se basa en la tolerancia hacia las opiniones divergentes. El principio de tolerancia no permite lógicamente la práctica de la intolerancia.
6. Ninguna filosofía política ni ninguna teoría económica pueden pretender tener derecho exclusivo a representar a la libertad en abstracto. Sostenemos que hay que juzgar el valor de esas teorías por la medida de libertad concreta que acuerdan en la práctica al individuo.
Sostenemos asi mismo que ninguna raza, nación, clase o religión puede pretender tener derecho exclusivo a representar la idea de libertad, ni derecho a denegar libertad a otros grupos o credos en nombre de ningún ideal fundamental o de ningún elevado objetivo. Sostenemos que hay que juzgar la contribución histórica de toda sociedad por la medida y calidad de libertad de que sus miembros gozan efectivamente.
7. En épocas de emergencia, se imponen restricciones a la libertad del individuo en nombre del interés real o supuesto de la comunidad. Sostenemos que es esencial que estas restricciones se reduzcan a un mínimo de acciones claramente especificadas; que se las considere recursos provisionales y limitados, con carácter de sacrificios; y que las medidas que restringen la libertad estén sujetas a amplia crítica y a control democrático. Sólo de ese modo podremos tener una razonable seguridad de que las medidas de emergencia que restringen la libertad individual no denegarán en una tiranía permanente.
8. En los Estados totalitarios, las restricciones a la libertad no se proponen, ni son consideradas públicamente, como sacrificios impuestos al pueblo, sino que, al contrario, se las representa como triunfos del progreso y realizaciones de una civilización superior. Sostenemos que tanto la teoría como la práctica de esos regímenes contraría los derechos básicos del individuo y las aspiraciones fundamentales de la humanidad en conjunto.
9. Sostenemos que el peligro de esos regímenes es tanto mas grande cuanto que sus medios de imponerse sobrepasan con mucho los de todas las tiranías anteriores conocidas en la historia de la humanidad. Del ciudadano del Estado totalitario se espera – y se lo obliga a ello- no solo que se abstenga de delinquir, sino que conforme todos sus pensamientos y acciones a un molde indicado de antemano. Se persigue y condena a los ciudadanos sobre la base de acusaciones tan poco especificadas y genéticas como “enemigos del pueblo” y “elementos socialmente indignos de confianza”.
10. Sostenemos que no puede haber un mundo estable en tanto la humanidad permanezca dividida, con respecto a la libertad, en “poseedores” y “desposeídos”. La defensa de las libertades existentes, la reconquista de las libertades perdidas (y la creación de nuevas libertades) son parte de la misma lucha.
11. Sostenemos que la teoría y la práctica del Estado totalitario son la amenaza más grande que el hombre ha debido enfrentar en el transcurso de la historia civilizada.
12. Sostenemos que la indiferencia o la neutralidad ante tal amenaza equivale a una traición a la humanidad y a la abdicación de la mente libre. Nuestra respuesta a esa amenaza puede decidir la suerte del hombre durante generaciones.
13. (La defensa de la libertad intelectual impone hoy una obligación positiva: ofrecer nuestras respuestas constructivas a los problemas de nuestro tiempo).
14. Dirigimos este manifiesto a todos los hombres que estén decididos a recuperar las libertades que han perdido, y a mantener (y extender) aquellas de que gozan.
sábado, 19 de septiembre de 2009
Santa Clara – La Habana (2)
Imagen: Hamlet Lavastida, exposición agosto 2009 en galería privada.
A las seis empezaron a llamar por lista de espera. A favor de la terminal de Santa Clara tengo que decir que tiene luz eléctrica. La de La Habana sin embargo, en los dos días que pasé por ella (para irme y para regresar) sufría de un apagón generalizado que impedía, por ejemplo, ver la taza del inodoro del baño, que se encuentra en el sótano.
A las seis y media arrancó la guagua, mi asiento lamentablemente tenía la palanca rota y no me pude reclinar, y aunque había otros asientos vacíos, el chofer no me dejó cambiarme. Al momento me quedé dormida.
En mi sueño empecé a sentir un extraño olisqueo en los pies y las manos, acompañados de un calor insoportable. Abrí los ojos para comprobar que era de día, que la guagua estaba parada bajo el sol, que todo estaba trancado y que un perro policía busca drogas metía la cabeza por todas partes. Me tomó como dos minutos asumir que no era una pesadilla.
Un chivatón había llamado a la estación de policía de Colón, en Matanzas, para advertir que en nuestra desdichada guagua algún infeliz había tenido la pésima idea de trasladar carne de res. No podíamos bajarnos, pero el policía no comprendía que tampoco podíamos respirar. No sé nada de carros, pero me parece un poco extraño que porque un vehículo esté estacionario el funcionamiento de la climatización se apague; aunque tampoco quisiera verme obligada a asumir tan alta dosis de sadismo por parte del chofer y los policías.
Sacaron el equipaje del maletero para que el animal metiera el hocico sin obstáculo. Parecía que estábamos en una película Mexicana y que iban a sacar 100 libras de heroína pura de la cajuela. De pronto el perro reaccionó, había encontrado lo que parecía ser el objetivo de la requisa: LA CARNE. Un muchacho de gorra blanca fue hallado temporalmente sospechoso principal del delito (era el dueño del maletín), lo bajaron del autobús y el perro le dio un pase profundo para catarlo.
Mala suerte para los policías, oxígeno para nosotros y frustración para el can: la carne descubierta resultó ser de puerco. Ciro inevitablemente pitó para todos los viajeros: ¿Quién habrá sido el chivatón…eh?, el muchacho se reía nervioso, la gente se miraba con ojos grandes y gotas de sudor en la frente, yo me volvía a quedar dormida mientras pensaba que entre mi vida real y mis sueños, el absurdo no está tan desfasado.
A las seis empezaron a llamar por lista de espera. A favor de la terminal de Santa Clara tengo que decir que tiene luz eléctrica. La de La Habana sin embargo, en los dos días que pasé por ella (para irme y para regresar) sufría de un apagón generalizado que impedía, por ejemplo, ver la taza del inodoro del baño, que se encuentra en el sótano.
A las seis y media arrancó la guagua, mi asiento lamentablemente tenía la palanca rota y no me pude reclinar, y aunque había otros asientos vacíos, el chofer no me dejó cambiarme. Al momento me quedé dormida.
En mi sueño empecé a sentir un extraño olisqueo en los pies y las manos, acompañados de un calor insoportable. Abrí los ojos para comprobar que era de día, que la guagua estaba parada bajo el sol, que todo estaba trancado y que un perro policía busca drogas metía la cabeza por todas partes. Me tomó como dos minutos asumir que no era una pesadilla.
Un chivatón había llamado a la estación de policía de Colón, en Matanzas, para advertir que en nuestra desdichada guagua algún infeliz había tenido la pésima idea de trasladar carne de res. No podíamos bajarnos, pero el policía no comprendía que tampoco podíamos respirar. No sé nada de carros, pero me parece un poco extraño que porque un vehículo esté estacionario el funcionamiento de la climatización se apague; aunque tampoco quisiera verme obligada a asumir tan alta dosis de sadismo por parte del chofer y los policías.
Sacaron el equipaje del maletero para que el animal metiera el hocico sin obstáculo. Parecía que estábamos en una película Mexicana y que iban a sacar 100 libras de heroína pura de la cajuela. De pronto el perro reaccionó, había encontrado lo que parecía ser el objetivo de la requisa: LA CARNE. Un muchacho de gorra blanca fue hallado temporalmente sospechoso principal del delito (era el dueño del maletín), lo bajaron del autobús y el perro le dio un pase profundo para catarlo.
Mala suerte para los policías, oxígeno para nosotros y frustración para el can: la carne descubierta resultó ser de puerco. Ciro inevitablemente pitó para todos los viajeros: ¿Quién habrá sido el chivatón…eh?, el muchacho se reía nervioso, la gente se miraba con ojos grandes y gotas de sudor en la frente, yo me volvía a quedar dormida mientras pensaba que entre mi vida real y mis sueños, el absurdo no está tan desfasado.
jueves, 17 de septiembre de 2009
Santa Clara – La Habana (1)
Imagen: Hamlet Lavastida, exposición agosto 2009 en galería privada.
Ayer llegué de Santa Clara en una guagua Yutong de las nuevas, con aire acondicionado. La espera y el viaje hubiesen podido ser perfectos, pero lamentablemente a las instituciones, las empresas y los servicios de este país, aunque les inyecten miles y miles de dólares, no pueden evitar boquear en su agónico suplicio estatal.
A la una de la mañana llegué a la estación de Santa Clara, como no tenía boleto de regreso (imposible comprarlo desde La Habana) me anoté en la lista de espera para la primera guagua, a las seis. La lista de espera significa que cuando llegue el ómnibus, por orden de llegada, serán llamados lo que no tienen boleto y ocuparán las plazas libres que queden.
El vestíbulo de espera estaba casi vacío, unos niños dormían sobre las piernas de sus madres y otros cabeceaban en incomodísimos asientos plásticos, uno llega a preguntarse si el diseñador sentía un oscuro y retorcido odio hacia la humanidad. Me sorprendió que se podía fumar y también dormir en el piso, como había niños fumé afuera y no me acomodé en el piso porque me parece inhumano. Puse mi cartera en la silla de al lado y me recosté, no era una cama pero después de una hora en una terminal apoyar la cabeza es como entrar al paraíso. Por desgracia el paraíso terrenal es sólo para privilegiados, llegó la CVP de la sala y me despertó:
- No puedes apoyarte en la silla de al lado.
- ¿Por qué?
- Porque es el reglamento, si llega un inspector me regaña.
- Esa ley es un poco fascista, señora. ¿sabía usted que en la STASI una de las torturas que utilizaban era no dejar dormir a los prisioneros? ¿Y en el piso sí se puede dormir? ¿Eso al inspector no le molesta?
- Además no puedes poner la cartera en la silla de al lado, estás ocupando una plaza que es para las personas.
- Si viene alguien la quito, pero esto está vacío, no creo que eso suceda.
- Tienes que quitarla, es Maltrato a la Propiedad Social.
- Disculpe pero usted comprenderá que eso no es Maltrato a la Propiedad Social, es absurdo. Lo siento: no la voy quitar.
Estaba aguantando la risa con eso de Maltrato a la Propiedad Social. Ya sabía que me iba a costar caro discutir con una funcionaria estatal. Con estos personajes la cosa se puede poner muy grave, ganan de salario una miseria pero tienen el poder absoluto de 5 metros cuadrados y lo aplican con la misma irreverencia, fuerza y abuso de poder con los que han visto que el “Poder Absoluto Mayor” se las aplica a ellos, una suerte de venganza supongo.
Se puso histérica y empezó a gritar, me dijo que yo no podía hacer lo que me daba la gana, que si la directora no soportaba ese tipo de actitud, que quién yo me creía que era y que por mi culpa no le iban a quitar la divisa porque primero me mataba.
- ¿Perdón, si yo dejo mi cartera aquí a usted le quitan la divisa? Hubiese empezado por ahí, ya la quito.
- ¡A mí nadie me quita la divisa! ¡Tú quitas la cartera porque es Maltrato a la Propiedad Social o te saco a patadas de aquí!
Aguanté la carcajada, empezó a darme un poco de pena con aquella mujer que ya ni siquiera le preocupaba la cartera sino descargar su poderío de feria sobre mí. Miré alrededor y vi que la gente se empezaba a sonreír. Tampoco puedo negar que la galleta de una CVP de uniforme carmelita diarrea en una terminal de ómnibus a las tres de la mañana es lo más triste del mundo. Traté de calmarla:
- Mire, ya he quitado mi bolso, puede calmarse.
- Fíjate, si te veo maltratando la propiedad social o durmiendo llamo a la policía y yo misma te cojo por los pelos y te monto en la patrulla.
- Mire, ya me despertó y evidentemente no me dormiré de nuevo, la cartera la he quitado porque no quiero que usted se quede sin divisa y por otro lado, no me amenace, no le tengo ningún miedo ni a usted ni a la policía. Además, cuando llame a la estación me avisa, quiero escucharla decir a las tres de la mañana que solicita una patrulla para una muchacha que tiene una cartera puesta en la silla de al lado, es un delito sin paralelo en la historia, me encantaría oír la respuesta que le da el oficial de guardia.
Se fue pero estaba fuera de sí, siguió gritando un rato por todo el patio, en un momento se acercó a la ventana y me increpó:
- Lo que pasa es que quiero que viajes, por eso es que te he dejado.
Tuve que controlarme duro para no responderle “Yo también he quitado la cartera para ayudarte, estamos a mano”, pero temí que le diera un infarto cerebral en ese mismo instante. El resto de la madrugada se la pasó vigilándome, despertó a unos cuantos más que dormitaban en la silla y logró para las cinco y media, que la mitad de la estación se revolcara desdeñosa en el suelo mientras que los más escrupulosos fumaban tranquilamente en sus asientos.
Ayer llegué de Santa Clara en una guagua Yutong de las nuevas, con aire acondicionado. La espera y el viaje hubiesen podido ser perfectos, pero lamentablemente a las instituciones, las empresas y los servicios de este país, aunque les inyecten miles y miles de dólares, no pueden evitar boquear en su agónico suplicio estatal.
A la una de la mañana llegué a la estación de Santa Clara, como no tenía boleto de regreso (imposible comprarlo desde La Habana) me anoté en la lista de espera para la primera guagua, a las seis. La lista de espera significa que cuando llegue el ómnibus, por orden de llegada, serán llamados lo que no tienen boleto y ocuparán las plazas libres que queden.
El vestíbulo de espera estaba casi vacío, unos niños dormían sobre las piernas de sus madres y otros cabeceaban en incomodísimos asientos plásticos, uno llega a preguntarse si el diseñador sentía un oscuro y retorcido odio hacia la humanidad. Me sorprendió que se podía fumar y también dormir en el piso, como había niños fumé afuera y no me acomodé en el piso porque me parece inhumano. Puse mi cartera en la silla de al lado y me recosté, no era una cama pero después de una hora en una terminal apoyar la cabeza es como entrar al paraíso. Por desgracia el paraíso terrenal es sólo para privilegiados, llegó la CVP de la sala y me despertó:
- No puedes apoyarte en la silla de al lado.
- ¿Por qué?
- Porque es el reglamento, si llega un inspector me regaña.
- Esa ley es un poco fascista, señora. ¿sabía usted que en la STASI una de las torturas que utilizaban era no dejar dormir a los prisioneros? ¿Y en el piso sí se puede dormir? ¿Eso al inspector no le molesta?
- Además no puedes poner la cartera en la silla de al lado, estás ocupando una plaza que es para las personas.
- Si viene alguien la quito, pero esto está vacío, no creo que eso suceda.
- Tienes que quitarla, es Maltrato a la Propiedad Social.
- Disculpe pero usted comprenderá que eso no es Maltrato a la Propiedad Social, es absurdo. Lo siento: no la voy quitar.
Estaba aguantando la risa con eso de Maltrato a la Propiedad Social. Ya sabía que me iba a costar caro discutir con una funcionaria estatal. Con estos personajes la cosa se puede poner muy grave, ganan de salario una miseria pero tienen el poder absoluto de 5 metros cuadrados y lo aplican con la misma irreverencia, fuerza y abuso de poder con los que han visto que el “Poder Absoluto Mayor” se las aplica a ellos, una suerte de venganza supongo.
Se puso histérica y empezó a gritar, me dijo que yo no podía hacer lo que me daba la gana, que si la directora no soportaba ese tipo de actitud, que quién yo me creía que era y que por mi culpa no le iban a quitar la divisa porque primero me mataba.
- ¿Perdón, si yo dejo mi cartera aquí a usted le quitan la divisa? Hubiese empezado por ahí, ya la quito.
- ¡A mí nadie me quita la divisa! ¡Tú quitas la cartera porque es Maltrato a la Propiedad Social o te saco a patadas de aquí!
Aguanté la carcajada, empezó a darme un poco de pena con aquella mujer que ya ni siquiera le preocupaba la cartera sino descargar su poderío de feria sobre mí. Miré alrededor y vi que la gente se empezaba a sonreír. Tampoco puedo negar que la galleta de una CVP de uniforme carmelita diarrea en una terminal de ómnibus a las tres de la mañana es lo más triste del mundo. Traté de calmarla:
- Mire, ya he quitado mi bolso, puede calmarse.
- Fíjate, si te veo maltratando la propiedad social o durmiendo llamo a la policía y yo misma te cojo por los pelos y te monto en la patrulla.
- Mire, ya me despertó y evidentemente no me dormiré de nuevo, la cartera la he quitado porque no quiero que usted se quede sin divisa y por otro lado, no me amenace, no le tengo ningún miedo ni a usted ni a la policía. Además, cuando llame a la estación me avisa, quiero escucharla decir a las tres de la mañana que solicita una patrulla para una muchacha que tiene una cartera puesta en la silla de al lado, es un delito sin paralelo en la historia, me encantaría oír la respuesta que le da el oficial de guardia.
Se fue pero estaba fuera de sí, siguió gritando un rato por todo el patio, en un momento se acercó a la ventana y me increpó:
- Lo que pasa es que quiero que viajes, por eso es que te he dejado.
Tuve que controlarme duro para no responderle “Yo también he quitado la cartera para ayudarte, estamos a mano”, pero temí que le diera un infarto cerebral en ese mismo instante. El resto de la madrugada se la pasó vigilándome, despertó a unos cuantos más que dormitaban en la silla y logró para las cinco y media, que la mitad de la estación se revolcara desdeñosa en el suelo mientras que los más escrupulosos fumaban tranquilamente en sus asientos.
martes, 15 de septiembre de 2009
Los pequeños detalles que lo hacen peor
El jueves me toca la puerta un señor de la empresa de gas manufacturado, me informa que me van a cambiar el reloj y que le tengo que dar mi último recibo de pago. Después de una hora de echar la casa abajo dejo de esforzarme: lo he perdido. Bajo y se lo informo:
- Mire, lo siento pero no encuentro el recibo.
- Entonces no te puedo cambiar el reloj.
- No hay problema, no lo cambie.
- Tengo que cambiarlo.
- ¿…?
Lo triste es que decidió cambiarlo, y mientras lo intentaba terminó de romper mi ya deteriorada tubería. No se tomó el trabajo de subir las escaleras e informármelo, como su brigada no es de “reparación” sino de “cambio”, tampoco me arregló el desastre. Me cortó el abastecimiento, reportó mi rotura a la empresa, que después lo reporta a la oficina de no sé qué, que después manda una brigada de “reparación”…en menos 24 horas (esta última es la parte de ciencia ficción).
El viernes por la tarde - después de 24 horas prescindiendo del fuego que todos saben lo que ha representado en la larga vida del homo sapiens sapiens y aterrorizada por la terrible llegada del fin de semana- salí a la calle a “resolver” con un particular. Lo que pasa es que el amable señor de la empresa no había roto un tubo cualquiera: 4 metros y 20 cm de una tubería de ¾ de cinc galvanizado que no se encuentra “ni en los centros espirituales”.
Uno de mis vecinos más solidarios y buenos, tan bueno que todavía cree en el Perfeccionamiento Empresarial Socialista, se pasaba el día dándome los reportes de la empresa de gas, a la que llamó durante dos días seguidos. Supongo que en algún momento haya mandado bien lejos la lacónica recepcionista, que invariablemente contestaba: Eso ya está tramitado, para más información llame al XXX (donde jamás había nadie).
El sábado en la tarde le metimos manos a la obra, reconstruimos el tubo con uno que encontramos en la azotea, conecté lo que quedaba de mi tubería directamente a la calle y me hice, después de tremenda angustia, un cafecito. Todavía estoy esperando que me pongan el reloj contador.
- Mire, lo siento pero no encuentro el recibo.
- Entonces no te puedo cambiar el reloj.
- No hay problema, no lo cambie.
- Tengo que cambiarlo.
- ¿…?
Lo triste es que decidió cambiarlo, y mientras lo intentaba terminó de romper mi ya deteriorada tubería. No se tomó el trabajo de subir las escaleras e informármelo, como su brigada no es de “reparación” sino de “cambio”, tampoco me arregló el desastre. Me cortó el abastecimiento, reportó mi rotura a la empresa, que después lo reporta a la oficina de no sé qué, que después manda una brigada de “reparación”…en menos 24 horas (esta última es la parte de ciencia ficción).
El viernes por la tarde - después de 24 horas prescindiendo del fuego que todos saben lo que ha representado en la larga vida del homo sapiens sapiens y aterrorizada por la terrible llegada del fin de semana- salí a la calle a “resolver” con un particular. Lo que pasa es que el amable señor de la empresa no había roto un tubo cualquiera: 4 metros y 20 cm de una tubería de ¾ de cinc galvanizado que no se encuentra “ni en los centros espirituales”.
Uno de mis vecinos más solidarios y buenos, tan bueno que todavía cree en el Perfeccionamiento Empresarial Socialista, se pasaba el día dándome los reportes de la empresa de gas, a la que llamó durante dos días seguidos. Supongo que en algún momento haya mandado bien lejos la lacónica recepcionista, que invariablemente contestaba: Eso ya está tramitado, para más información llame al XXX (donde jamás había nadie).
El sábado en la tarde le metimos manos a la obra, reconstruimos el tubo con uno que encontramos en la azotea, conecté lo que quedaba de mi tubería directamente a la calle y me hice, después de tremenda angustia, un cafecito. Todavía estoy esperando que me pongan el reloj contador.
domingo, 13 de septiembre de 2009
Me cansé de oírlos
Imagen: Luis Trápaga
Hasta ahora había ignorado completamente el asunto, pero tanto va el cántaro a la fuente hasta que se rompe: el mío lo acaba de romper Juan Formell.
Más allá de las disertaciones sobre las diferentes causas- presiones, amenazas o compromisos- que han llevado a Carlos Varela, Amaury Pérez y a Juan Formell a hablar mal de Porno para Ricardo en público, para mí lo que cuenta es la consecuencia: el chancleterismo, la doble moral y el descaro. Recuerdo que una vez hace ya unos cuantos años tuve una discusión bastante deprimente con un amigo que me aseguraba que Silvio Rodríguez era diputado a la Asamblea Nacional porque lo habían, quizás, amenazado con matar a su familia.
En aquel momento yo estaba insultada, pero hoy lo que me da es risa ver hasta qué punto nosotros- el público admirador y seguidor - somos capaces de llegar para justificar la vergonzosa actitud de algunos de nuestros artistas e intelectuales. Supongo que sean las mismas justificaciones que hacen que hoy Pablo Milanés sea recordado por sus declaraciones en España y no por sus declaraciones al Noticiero Nacional de Televisión después de su concierto en el Protestódromo: Este concierto me ha consumado como revolucionario (o algo por el estilo), mientras Gorki cumplía su día tres en prisión y Ciro era interrogado por la Seguridad del Estado.
Como dicen por ahí de chiste: con un papel de diez minutos en Brainstorm Alberto Pujol se limpió de haber sido durante meses El Tabo. Con cinco minutos de entrevista Formell, Varela, Silvio y Pablo lograron que yo, aunque siga admirando su obra como artistas, me haya cansado de oírlos (Amaury jamás me ha gustado así que no lo incluyo en la lista).
Hasta ahora había ignorado completamente el asunto, pero tanto va el cántaro a la fuente hasta que se rompe: el mío lo acaba de romper Juan Formell.
Más allá de las disertaciones sobre las diferentes causas- presiones, amenazas o compromisos- que han llevado a Carlos Varela, Amaury Pérez y a Juan Formell a hablar mal de Porno para Ricardo en público, para mí lo que cuenta es la consecuencia: el chancleterismo, la doble moral y el descaro. Recuerdo que una vez hace ya unos cuantos años tuve una discusión bastante deprimente con un amigo que me aseguraba que Silvio Rodríguez era diputado a la Asamblea Nacional porque lo habían, quizás, amenazado con matar a su familia.
En aquel momento yo estaba insultada, pero hoy lo que me da es risa ver hasta qué punto nosotros- el público admirador y seguidor - somos capaces de llegar para justificar la vergonzosa actitud de algunos de nuestros artistas e intelectuales. Supongo que sean las mismas justificaciones que hacen que hoy Pablo Milanés sea recordado por sus declaraciones en España y no por sus declaraciones al Noticiero Nacional de Televisión después de su concierto en el Protestódromo: Este concierto me ha consumado como revolucionario (o algo por el estilo), mientras Gorki cumplía su día tres en prisión y Ciro era interrogado por la Seguridad del Estado.
Como dicen por ahí de chiste: con un papel de diez minutos en Brainstorm Alberto Pujol se limpió de haber sido durante meses El Tabo. Con cinco minutos de entrevista Formell, Varela, Silvio y Pablo lograron que yo, aunque siga admirando su obra como artistas, me haya cansado de oírlos (Amaury jamás me ha gustado así que no lo incluyo en la lista).
jueves, 10 de septiembre de 2009
Sobredosis para mis nietos: Popularidad y Mejor Blog
Este primer concurso de blogs cubanos ha sido vanguardista en muchas cosas, pero una de las más simples y sin embargo de las más emocionantes, es que es la primera vez que un blogger laureado dentro de la isla puede participar en la ceremonia de premiación (no tuve que solicitar el permiso de salida). Me refiero por supuesto a Yoani Sánchez, a quien le han negado montarse en un avión ya cinco veces en sólo dos años.
Su premio del concurso Bitácoras al mejor blog en Lengua Española, una laptop, fue el premio que recibí yo ayer en calidad de Mejor Blog. Por suerte Orlando Luis habló de primero al final de ceremonia y se me pasó el impulso de ponerme a llorar. Cuando me paré para decir unas palabras que no recuerdo en absoluto, por lo menos no hacía pucheros aunque después me dijeron que estaba “roja como un tomate”.
Una Isla Virtual ha sido sido posible gracias a la perseverancia de los organizadores y a la solidaridad que existe dentro de la bloggósfera cubana, a todas estas personas mi agradecimiento y mi admiración.
Su premio del concurso Bitácoras al mejor blog en Lengua Española, una laptop, fue el premio que recibí yo ayer en calidad de Mejor Blog. Por suerte Orlando Luis habló de primero al final de ceremonia y se me pasó el impulso de ponerme a llorar. Cuando me paré para decir unas palabras que no recuerdo en absoluto, por lo menos no hacía pucheros aunque después me dijeron que estaba “roja como un tomate”.
Una Isla Virtual ha sido sido posible gracias a la perseverancia de los organizadores y a la solidaridad que existe dentro de la bloggósfera cubana, a todas estas personas mi agradecimiento y mi admiración.
miércoles, 9 de septiembre de 2009
Concurso Una Isla Virtual
En algún momento no entré más a la votación on line del concurso Una isla virtual porque me ponía nerviosa. Haber ganado para mí el premio de la popularidad del primer concurso de blogs que se hace dentro de la isla es el tipo de cosas que, sin dudas, planeo contarle a mis nietos.
Estoy muy contenta y agradecida a todos los lectores que votaron por Octavo Cerco. Si volviésemos la rueda del tiempo atrás y yo tuviese 8 años y cursara el quinto grado, a mis compañeros de clase no habría manera humana de convencerlos de que un día yo ganaría algo relacionado con la popularidad; si me lo hubiesen dicho a mí misma dos años atrás, menos todavía.
Pronto tendremos el resultado del jurado, el 09.09.09, desde este pequeño espacio de Internet en una isla sin Internet: Mucha suerte a todos los concursantes, felicitaciones a todos los organizadores (especialmente a Yoani Sánchez) y mil gracias a los lectores, que sin ellos, nada de esto tendría sentido.
martes, 8 de septiembre de 2009
Procesión de la Virgen de la Caridad del Cobre
Cuando llegué a la Iglesia no podía filmar porque lo único que veía a mí alrededor eran espaldas. Me arriesgué a levantar el brazo lo más que pude para filmar a ciegas, entonces sentí que una mano me agarró la muñeca y una voz desconocida me sonó en la nuca:
- Yo te aguanto, para que puedas cogerla cuando salga.
Ni siquiera le pude ver la cara a la muchacha que me ayudó, éramos miles de personas y aunque el tráfico no fue desviado previamente para facilitar la procesión, los choferes cautelosos hacían fila en la calle Reina esperando a que los que caminaban dando vivas a la Virgen terminaran su marcha.
Escuché “Viva la Virgen de todos los cubanos” y “Libertad”. No las vi pero la gente decía que las Damas de Blanco iban a unos metros de nosotros…éramos tantos que no distinguía a dos metros de mí. Cuando caminé detrás de la Virgen pensé en todos los que durante años soñaron con marchar con ella pero estaba prohibido y en todos los que hoy no pudieron porque no son libres por pensar diferente.
- Yo te aguanto, para que puedas cogerla cuando salga.
Ni siquiera le pude ver la cara a la muchacha que me ayudó, éramos miles de personas y aunque el tráfico no fue desviado previamente para facilitar la procesión, los choferes cautelosos hacían fila en la calle Reina esperando a que los que caminaban dando vivas a la Virgen terminaran su marcha.
Escuché “Viva la Virgen de todos los cubanos” y “Libertad”. No las vi pero la gente decía que las Damas de Blanco iban a unos metros de nosotros…éramos tantos que no distinguía a dos metros de mí. Cuando caminé detrás de la Virgen pensé en todos los que durante años soñaron con marchar con ella pero estaba prohibido y en todos los que hoy no pudieron porque no son libres por pensar diferente.
domingo, 6 de septiembre de 2009
Back to my proxy
Las personas que desde Cuba leen los blogs lo hacen generalmente desde vocescubanas. Es más fácil porque en la plataforma están ya juntos todos los bloggers y no hay que gastar tiempo abriendo muchas páginas a la misma vez. El tiempo on-line en Cuba es oro, ya sea porque cuesta muy caro, porque uno está navegando “prestao” gracias a un socio, o porque estás en el trabajo y aprovechas los segundos en que sabes que esa mirada detrás de tu hombro estará ausente unos minutos.
Una nueva plataforma independiente para muchos bloggers era la posibilidad de administrar sus sitios (Yoani Sánchez, Reinaldo Escobar y Miriam Celaya). Para mí específicamente fue el reto de administrar en Wordpress y la posibilidad de ser leída gracias al software libre desde dentro de mi país. Para otros bloggers como Pablo Pacheco significaba la certeza de que desde La Habana sus post serían publicados y leídos.
Sin embargo hace días que no podemos entrar a Voces desde Cuba, este bloqueo no cambia demasiado nuestras condiciones: administrar es un lujo y casi todos los bloggers tienen un amigo que lo ayuda desde algún lugar del mundo donde al gobierno no le preocupa que sus ciudadanos naveguen libremente en Internet. Ya sea desde La Habana o desde el Polo Norte, nuestros textos seguirán publicándose a pesar de la paranoia gubernamental.
Para los lectores en la isla: por cada censor pagado en Internet que existe en el mundo hay un hacker voluntario. Voces Cubanas abre con proxy, he comprobado que éstos tardan en ponerse viejos en Cuba, así que les dejo una lista de los que ahora mismo están funcionando:
http://www.kroxy.net/
http://www.hidemyass.com/
http://www.ourproxy.com/
http://www.anonymouse.org/
Una nueva plataforma independiente para muchos bloggers era la posibilidad de administrar sus sitios (Yoani Sánchez, Reinaldo Escobar y Miriam Celaya). Para mí específicamente fue el reto de administrar en Wordpress y la posibilidad de ser leída gracias al software libre desde dentro de mi país. Para otros bloggers como Pablo Pacheco significaba la certeza de que desde La Habana sus post serían publicados y leídos.
Sin embargo hace días que no podemos entrar a Voces desde Cuba, este bloqueo no cambia demasiado nuestras condiciones: administrar es un lujo y casi todos los bloggers tienen un amigo que lo ayuda desde algún lugar del mundo donde al gobierno no le preocupa que sus ciudadanos naveguen libremente en Internet. Ya sea desde La Habana o desde el Polo Norte, nuestros textos seguirán publicándose a pesar de la paranoia gubernamental.
Para los lectores en la isla: por cada censor pagado en Internet que existe en el mundo hay un hacker voluntario. Voces Cubanas abre con proxy, he comprobado que éstos tardan en ponerse viejos en Cuba, así que les dejo una lista de los que ahora mismo están funcionando:
http://www.kroxy.net/
http://www.hidemyass.com/
http://www.ourproxy.com/
http://www.anonymouse.org/
sábado, 5 de septiembre de 2009
Información sobre mi desinformación
Desde hace unos días Octavo Cerco no se ve bien. Aun no tengo la menor idea de lo que está sucediendo mientras intento repararlo sin estar demasiado tiempo on-line por razones obvias.
Quizás sea casual que septiembre haya comenzado con revuelo: he ganado el concurso de la popularidad Una Isla Virtual gracias a ustedes, hace una semana que Voces Cubanas ha sido bloqueado hacia el interior de Cuba y ahora esto...debe ser casual, o quizás astrológico.
Quizás sea casual que septiembre haya comenzado con revuelo: he ganado el concurso de la popularidad Una Isla Virtual gracias a ustedes, hace una semana que Voces Cubanas ha sido bloqueado hacia el interior de Cuba y ahora esto...debe ser casual, o quizás astrológico.
miércoles, 2 de septiembre de 2009
¿Otra crisis más?
Foto: Claudio Fuentes Madan
Camino por la calle y lo único que oigo es el asunto “las tiendas”, parece que la técnica es infalible. He visto algunos documentales sobre acciones civiles para presionar al gobierno y en varios países las personas han utilizado el boicot económico para lograr cambios políticos o sociales (Sudáfrica, Chile).
Lo que pasa es que me da la impresión de que en Cuba la cosa tiene otra dinámica: el boicot económico lo usa el gobierno para presionarnos a nosotros. Hace cerca de un mes que algunas de las tiendas en moneda convertible (las únicas donde se puede adquirir la canasta básica) han cerrado y las que quedan abiertas se van vaciando poco a poco. El otro día buscaba desesperada cualquier tipo de detergente, y llegué dando vueltas a una tienda donde lo único que había eran estantes y estantes de limpia cristales (como diez marcas diferentes) ¿quién compra limpia cristales en Cuba?
Lo mejor son las conclusiones de las víctimas, se escuchan, como siempre, varias versiones:
1- Todas las tiendas van a cerrar poco a poco para pasar a formar parte de las FAR (fuerzas armadas revolucionarias).
2- Lo que pasa es que ya ningún inversionista extranjero radicado en Cuba está vendiendo sus productos porque no los dejan sacar el dinero que tienen en los bancos en Cuba y no pueden hacer transacciones para su país.
3- El problema es que ya Cuba no tienen dinero para comprar productos, lo que hay en las tiendas son los productos que estaban en el almacén y que no tenían salida.
La tres me gusta porque tiene relación con lo de los limpia cristales, y me pregunto a quién se le puede ocurrir comprar tanto limpia cristal en un país donde casi todas las ventanas son de madera.
Por otro lado parece que los extranjeros no son los únicos que no pueden sacar su dinero del banco: me dice un amigo que para cobrar una cuenta de 5000 pesos que su padre le dejó en herencia tiene que hacer tanto papeleo, que ya ni sabe si algún día podrá tener en sus manos el dinero.
Como nada de esto se comenta en el Granma no sé cuál de las versiones es verídica, o semi-verídica, o completamente falsa. Ahora tengo caminar seis horas para poder fregar los platos por la noche. En lo que voy y vengo por las calles me pregunto: ¿Qué gana el PCC y Raúl Castro con tener la economía del país en este estado? ¿En la crisis número cuál estamos entrando? ¿Por qué hay papel sanitario en una sola tienda en toda La Habana? ¿Estos movimientos malabáricos de la economía son causados por la crisis o son el popularmente llamado bloqueo interno?
Camino por la calle y lo único que oigo es el asunto “las tiendas”, parece que la técnica es infalible. He visto algunos documentales sobre acciones civiles para presionar al gobierno y en varios países las personas han utilizado el boicot económico para lograr cambios políticos o sociales (Sudáfrica, Chile).
Lo que pasa es que me da la impresión de que en Cuba la cosa tiene otra dinámica: el boicot económico lo usa el gobierno para presionarnos a nosotros. Hace cerca de un mes que algunas de las tiendas en moneda convertible (las únicas donde se puede adquirir la canasta básica) han cerrado y las que quedan abiertas se van vaciando poco a poco. El otro día buscaba desesperada cualquier tipo de detergente, y llegué dando vueltas a una tienda donde lo único que había eran estantes y estantes de limpia cristales (como diez marcas diferentes) ¿quién compra limpia cristales en Cuba?
Lo mejor son las conclusiones de las víctimas, se escuchan, como siempre, varias versiones:
1- Todas las tiendas van a cerrar poco a poco para pasar a formar parte de las FAR (fuerzas armadas revolucionarias).
2- Lo que pasa es que ya ningún inversionista extranjero radicado en Cuba está vendiendo sus productos porque no los dejan sacar el dinero que tienen en los bancos en Cuba y no pueden hacer transacciones para su país.
3- El problema es que ya Cuba no tienen dinero para comprar productos, lo que hay en las tiendas son los productos que estaban en el almacén y que no tenían salida.
La tres me gusta porque tiene relación con lo de los limpia cristales, y me pregunto a quién se le puede ocurrir comprar tanto limpia cristal en un país donde casi todas las ventanas son de madera.
Por otro lado parece que los extranjeros no son los únicos que no pueden sacar su dinero del banco: me dice un amigo que para cobrar una cuenta de 5000 pesos que su padre le dejó en herencia tiene que hacer tanto papeleo, que ya ni sabe si algún día podrá tener en sus manos el dinero.
Como nada de esto se comenta en el Granma no sé cuál de las versiones es verídica, o semi-verídica, o completamente falsa. Ahora tengo caminar seis horas para poder fregar los platos por la noche. En lo que voy y vengo por las calles me pregunto: ¿Qué gana el PCC y Raúl Castro con tener la economía del país en este estado? ¿En la crisis número cuál estamos entrando? ¿Por qué hay papel sanitario en una sola tienda en toda La Habana? ¿Estos movimientos malabáricos de la economía son causados por la crisis o son el popularmente llamado bloqueo interno?
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